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Óleo de Cristina Megía

domingo, 6 de septiembre de 2015

Lújar - Tokio

Sentado en mi sillón,
en medio del alcornocal aniquilado por el fuego,
aspiro el olor a muerte
y escucho el silencio de la devastación.

Al otro lado del cortafuegos
se abre la ciudad de Tokio,
con su incesante y estridente ruido
y las luces de neón que nunca se apagan.


Solo un paso separa la muerte de la vida.

2 comentarios:

  1. También hay cortafuegos que los cruzas y te descubren un paisaje nunca imaginado, un mundo mejor

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  2. Compartimos tu tristeza, al contemplar el alcornocal de Lújar,aniqulados por el fuego, recientemente, y sentir el silencio de la muerte medio-ambiental.
    Efectivamente, sólo un paso separa la muerte de la vida. Una llamada de concienciación social.

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