Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
C.P. Cavafis. Ítaca
El sabor de
tabaco de pipa,
como aquel
famoso bizcocho mojado en té
al hipersensible
Marcel,
me pone
frente al joven que un día fui.
Hoy puedo
mirarle a los ojos
y confesarle
sin rubor:
No te he
defraudado,
he mantenido
firme el timón en tormentas y galernas,
los nudos
han resistido los cantos de las sirenas,
y no he
hallado en el camino, como recomendaba el poeta,
a
lestrigones ni cíclopes,
ni al
colérico Poseidón.
Al cabo de treinta años,
con las bodegas cargadas de hermosas mercancías,
ya diviso las costas de Ítaca.
Al cabo de treinta años,
con las bodegas cargadas de hermosas mercancías,
ya diviso las costas de Ítaca.